
Hay películas que producen sensaciones tan intensas que incluso duelen, así me paso con este film que he tenido que visionar una segunda vez para poder comentároslo aquí. Empiezas pensando “Yo no querría acabar así” para al finalizar la proyección dejar que un halo de melancolía recorra nuestras afectadas neuronas. Julian Schnabel nos presenta unos encuadres perfectamente estudiados, denotando así su procedencia artística, por la cantidad de fotos y bocetos siempre presentes en casi todos los decorados en incluso en la plasticidad de los exteriores. Schnabel , pese a ser newyorkino y su mujer española, es más europeo que los propios europeos; un firme heredero de la tradición francesa, y eso se nota en la forma de mover la camara. La efectividad del punto de vista subjetivo para meternos de lleno en las historia desde el principio es todo un acierto. Lastima que el símil de la escafandra sea tan repetitivo como obvio, y que a veces peque de condescendiente,

La anécdota sobre la religión y su hipocresía, siempre presentes en este tipo de debates, esta a medio camino entre la ironía y el surrealismo para al final quedarse en agua de borrajas. El humor negro es utilizado convenientemente como agente redentor ante la tragedia y la miseria humanas. Una película angustiosa a la par que fascinante.
A destacar la, breve pero intensa y siempre bien agradecida, presencia de Max von Sydow; así como una adecuada selección de canciones como banda sonora.
Como anécdota destacar que, durante la entrega de Premios del Gremio de Directores, Julian subió para recoger la medalla que se les concede a todos los nominados; estaba emocionado agradeciendo el premio cuando oyó una voz desde el público que le decía: Piérdete!! Schnabel perplejo y con carita de circunstancias descubre que el exabrupto había sido lanzado por Sean Young, a la que recordareis por su papel en Blade Runner, pero cuyo mayor logro fue su acoso a James Woods, por lo que fue condenada. Quizás lo mejor que se puede decir sobre ella lo represento Oliver Stone cuando, durante el rodaje de Wall Street, le colgó un cartelito a la espalda que ponía “Soy una grandísimo hija de puta” Bonita forma de pasar a los anales de la historia del cine. Y con el desparpajo propio de quien lo ha visto todo Schabel le espeta: tomate otro cocktail, guapa!! Para a continuación zangar el asunto con un “Anyway” en tono de desprecio, dar los correspondientes agradecimientos y suguerir a Young que terminara ella el discurso. Por supuesto Young fue echada del recinto por lo miembros de seguridad y pocas días después ingresaba en una clínica para alcohólicos. Si quereis ver el video de semejante estupida tratando de tener algo de protagonismo, aquí lo teneis. Se nota que ya nadie la llama, por algo sera.
La Escafandra y la mariposa es mas que una recomendación, es un deleite entre tanto artificio. Aquí os dejo un resumen del argumento para que no os asusteis.
En 1985 a la edad de 43 años, Jean-Dominique Bauby, carismático redactor jefe


Solo se que, si alguna vez me pasara algo similar, la memoria y la imaginación no serian suficientes, así que os ruego que hagáis lo posible por mitigar mi sufrimiento.