lunes, 6 de julio de 2009

Sentimientos de culpabilidad [El Lector]

Pese a no creer, por deformación profesional, en el destino, hay momentos en que las casualidades de la vida no dejan de sorprenderme. Existen ocasiones en que la confluencia de ciertas similitudes se convierten en las más serias dudas acerca de la existencia de una entelequia superior con muy mala leche.

En un espacio de tiempo relativamente el sentimiento de culpabilidad apareció en tres ocasiones en mi vida.

La primera fue, como no, una película que accedí a ver con una cierta desgana pero ante la cual sucumbí por su delicadeza .En “El Lector” una impresionante (y me quedo corto) Cate Winslet nos da un precioso recital de erotismo literario entremezclado con el famoso sentimiento de culpa del alemán, del que nos hablaba Karl Jaspers. Un inteligente drama cargado de graves silencios e incomodas declaraciones. De amor y desconcierto pero sobre todo de culpa. Ideal para ver con tu pareja una tarde de sábado aburrida, es un filme que tiene desde un somero erotismo hasta un apabullante juicio.

Basada en la novela del mismo titulo escrita por Bernhard Schlink nos cuenta la historia de ichael Berg, un joven de 15 años, que es ayudado por Hanna Schmitz, una mujer que le dobla la edad. Ambos comienzan un apasionado y secreto idilio, hasta que Hanna desaparece un día misteriosamente dejando a Michael confuso y desconsolado. Ocho años más tarde, siendo estudiante de Derecho, Michael asiste como observador a un tribunal donde se está juzgando a colaboradores de la Alemania Nazi y se queda atónito al encontrarse de nuevo con su antigua amante, esta vez, como acusada.

Dirigida con maestria sublime por Stephen Daldry (Las horas, Billy Elliot) es una estupenda adaptacion del libro y una invitacion al placentero placer del coloquio tras una pelicula. Disfrutenla en cuianto puedan.

Hay algo que me llamo la atención de sobremanera, en un determinado momento de la película el protagonista lee libros a Cate Winslet, y entre obras mayores como la Odisea o El amante de Lady Chaterly tiene el enorme placer de incluir una lectura, Tintin, que desafortunadamente en este país aun seguimos considerando como arte menor: los comics.

No paso mucho tiempo hasta que mi pareja me pidió que le hiciese un comentario de texto para una asignatura de libre elección, el texto consistía en un artículo de José Álvarez Junco titulado “El falso «problema español»”. Otra vez el sentimiento de culpa por ser español y las vicisitudes de crear una identidad nacional que nos resultara grata. He aquí la segunda vez que la culpa asolo mis pensamientos. Fue simpático tener que realizar un trabajo de clase a mi pareja, lamentablemente ella pensó que me había excedido y recorto mi margen de actuación pese a todo consiguió (o mejor dicho conseguí) una buena nota por ello

Y por ultimo hace poco he tenido una dura conversación sobre ética y el sentimiento de culpabilidad con una amiga. Estaba en la triste dicotomía de elegir entre lo correcto y lo que la hacía feliz, entre su novio de toda la vida y su amante. Desgraciadamente opto por la opción más ética y a la vez la más infeliz, aun sigue con su pareja. Y no la culpo por ello, es más fácil conformarse con lo conocido (por muy aburrido que sea) que atreverse a adentrarse en la incertidumbre de lo novedoso. Lo siento por su amante pero ya lo dijo Benavente:” las mujeres, por lo general, suelen amar a quien menos se lo merece, prefieren dar limosnas antes que premios”

Todo el mundo se culpa de algo o culpa a alguien. Yo no, ya no me siento culpable, tan solo confundido…y un poco triste.

Ruka, Jodorowsky y la antesala del dolor [Tenacious D & The pick of destiny]

Si hay en mi vida algún personaje que se le pueda calificar como surrealista, casi Jodorowskiano, ese es Ruka. Autor de escritos imposibles, de conversaciones filosóficas en el servicio de caballeros de cualquier bar de rock, tatuador, anillador, padre de un niño precioso, músico desaforado y snowboarder chiflado, lo tiene todo para ser un personaje de novela (de esa que algún día escribiré)

De vez en cuando, entre paranoia y paranoia, tiene esos destellos de lucidez que le confieren la grandeza de un sabio o la menudencia de un niño. No suele fiarme de sus recomendaciones cinéfilas ya que difieren bastante de las mías y, mientras siga afirmando que “Traffic” es una mierda, procurare tomarme a coña cualquiera de sus delirios cinéfilos.

Esta vez, como tantas otras, acudí a la hora convenida a su estudio de tattoo; también como siempre Ruka llego tarde, la puntualidad no es su fuerte(tómenlo en cuenta de cara a futuras transacciones con tan ínclito personaje)En un principio hablamos de un nuevo tatuaje, es más, se puso a dibujar las líneas principales sobre la piel a rotulador, cuando empezamos nuestra charla metafísico-epistemológica de carácter tan profundo que nos olvidamos del tatuaje (otra vez será, para la próxima visita)

Menos mal que me obligo a verme la introducción de la película, en un intento de que me olvidara del tattoo. Ahí caí enganchado a este musical heavy (si, si, como lo oyen, ya estamos hartos de musicales ñoños tipo High school ) que relata la historia de dos perdedores del rock & roll, unidos por el destino en la búsqueda de una púa mágica que les convertirá en autenticas Rockstars. Sé que suena extravagante pero les aseguro que se pasaran un buen rato riéndose a mandíbula batiente, por supuesto no deben perderse ese duelo épico entre los protagonistas y el mismísimo diablo.

Tan descacharrante como absurda de principio a fin, relata con la asombrosa maestría del que es un autentico fan del rock & roll. No es una joya sino una rara avis en el panorama de los musicales, una gamberrada hecha desde el propio fenómeno fan y con un enorme gusto por la iconografía de la música rock.

Joe Black no es un gran cómico a mi modo de ver, quizás mi visión se vea empañada en gran parte por el horroroso doblaje que le han puesto aquí en España; afortunadamente esta película no ha llegado al mercado patrio (y no creo que lo haga debido a la complejidad de su doblaje) así que tendrán que tragársela como yo, en VOS, seguro que pillan algún chiste más que los que incorporan los subtítulos.

Por supuesto no podían faltar los cameos que aunque escuetos en renombre rockero son tan magníficos como divertidos: Ben Stiller (inconmensurable en ese papel de dependiente heavy), Tim Robbins (un rockero con acento ruso?) Sasquatch (un irreconocible John C. Reilly), Meat Loaf, Ronnie James Dio, el Demonio no podía ser otro que Dave Grohl (batería de Nirvana y líder de Foo Fighters)

Y si aun así resisten hasta el final de los títulos de crédito tendrán el chiste escatológico de rigor. Aqui os dejo el comienzo de la pelicula convenientemente subtitulado, les aseguro que querran seguir viendo mas.





La verdad es que esta última visita a Gijón no ha podido ser mas fructífera; no solo no pare de ver gente si no que me traigo muy buenas recomendaciones musicales, culturales y literarias. Gijón puede no ser muchas cosas pero os puedo asegurar que una persona mínimamente inquieta no se aburriría