jueves, 27 de noviembre de 2008

No solo de rock vive el hombre

Cuando tres maestros/virtuosos de un instrumento se reúnen para grabar un disco juntos se produce un movimiento catarquico entre los fieles seguidores de uno y de otro. Hay una mezcla de expectación y escepticismo por ver el resultado de la fusión de tres caracteres tan distintos. Rara vez se reúnen en un mismo escenario, y cuando lo hacen, los resultados no suelen ser los deseados. Para los más rockeros queda aun el infausto recuerdo del G3 que ya unió a Steve Vai, Joe Satriani y Yngwie Malmsteen; o para los mas hispanos el G5 (Kiko Veneno, Muchachito y los Delinquentes). La excepción seria aquel celebérrimo disco, Friday Night in San Francisco, en donde Al Di Meola, John McLaughlin y Paco de Lucía daban rienda suelta a su genio y duende.
Victor Wooten, Stanley Clarke y Marcus Miller son tres de los mas grandes bajistas que ha dado el mundo de la música, forman en común el proyecto  SMV y su criatura “Thunder”, que sin lugar a dudas comparte el adjetivo de categórico de una forma más que rotunda. No en vano han tocado por separado y en distintas generaciones con la crème de la crème: Miles Davis, Chick Corea, etc.
Hay tanto fraseo entrelazado, tanto virtuosismo desplegado que, en las ocasiones en que comparten tema ,es difícil atribuir a alguien en concreto su autoría sobre cierto fraseo o riff. Impresionante es la primera palabra que se me viene a la mente con la primera escucha; inmediatamente después pensaras que, ciertos momentos de la canción, mas que pertenecer al bajo son propios de guitarras extrañamente afiladas. Por ultimo te sentirás abrumado por la inmensidad sonora de un disco que abarca desde el jazz mas tradicional, al funky más salvaje, y el más heterodoxo Groove. Colaboraciones de lujo como Chick Corea o George Duke (a quien tuve el honor de ver hace unos años)
Me resulta sumamente difícil decantarme por un solo tema y calificarlo de favorito: Maestros de las frecuencias con su impresionante comienzo, Los tres hermanos con esa melodía pegadiza e inolvidable, el delicioso y suave clasicismo de Milano, o la locura rítmica de Classical Thump (Jam)
SMV: Thunder. Tres generaciones, tres modos de ver e interpretar un único instrumento, un solo disco que es todo un lujo y un placer para los oídos.
Lleva varios días sonando en mi casa a todas horas y creo que seguirá así por mucho tiempo

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo mejor que he escuchado hace muuuuuuucho tiempo...
GRACIAS ataraxicu, menuda joya.
Muy, muy recomendable.
Saludos