miércoles, 10 de septiembre de 2008

Quien te manda meterte en berenjenales [El rey de la montaña]

Reconozco que tengo un cierto recelo a la hora de ver cine español producto de numerosos desengaños, así que me acerque a esta producción más por su tráiler que por su procedencia, director  u actores. Lo curioso es que todas las criticas que he leído de este film la ensalzan de una manera exagerada más por chovinismo patrio que por un autentico sentimiento de imparcialidad, parece que hoy en día es políticamente incorrecto criticar una cinta española, menuda estupidez!!
Una sinopsis clásica para un thriller: Quim conduce por desoladas carreteras; tras un encuentro con Bea en una gasolinera decide seguirla, puesto que le ha robado la cartera. Entre caminos sinuosos y bosques tupidos, Quim se pierde, con tan mal fortuna que se encuentra con un cazador que le dispara sin mediar palabra. Entonces se produce una desgarradora huida por salvar su vida.
Leonardo Sbaraglia sobrelleva con mucha dignidad todo el peso de la función y aunque haya momentos en que su histrionismo pueda ser excesivo, no cabe duda de que su actuación es, sin lugar a dudas, lo mejor de toda la película  por no decir que es casi lo único.
María Valderde es tan expresiva como pueda serlo cualquiera de las piedras de la montaña y desluce gravemente el film. Además su personaje es sin duda el más desdibujado, partiendo de la base de lo irreal de que dos desconocidos se encuentren en una gasolinera y acaben echando un polvete rápido en el lavabo de señoras.¡¡ A mi nunca me ha pasado al menos!! (si hay voluntarias que avisen)
La montaña debería haber sido el tercer protagonista pero el director del film, Gonzalo López Gallego, no sabe sacarle todo el provecho, desperdiciando así una oportunidad encomiable de crear un thriller denso de atmosferas opresivas.  Precisamente el hecho de querer hacerla tan sencilla y directa hace que se pierda parte de su tensión, Gonzalo López Gallego  quiere imbuirla de un atmosfera claustrofóbica, trepidante, y rápida, pero con un resultado desigual (solo lo consigue por momentos). A veces me recuerda a ciertas películas de terror realizadas en los ultimos años en Francia,;el abuso de la steadycam no contribuye precisamente a mejorarla.
Lo mejor de la película es, sin duda, su ultimo tercio con homenajes al mundo de los videojuegos:  esa cámara subjetiva del rifle cargándose y apuntando rememora los tiempos del Quake, Doom o incluso el archifamoso Counter Strike ( los nombres que se dan los  cazadores son personajes conocidos de videojuegos)además de una estupenda fotografia . Por supuesto también es un homenaje claro y directo a grandes obras del genero de la supervivencia en entornos hostiles:   El malvado Zaroff (The Most Dangerous Game, 1932, de Ernest B. Schoedsack e Irving Pichel) Defensa (Deliverance, 1972, de John Boorman), La presa (Southern Comfort, 1981, de Walter Hill) La caza (1966) de Carlos Saura e incluso a ese maravilloso clásico que es “¿Quién puede matar a un niño?” de Narciso Ibáñez Serrador(cuando la vean entenderán el porque).

No obstante y, pese a todo lo dicho anteriormente, les aconsejo que vayan al cine a verla, merece más la pena que cualquier bodrio yanqui que invade nuestras carteleras. Además los americanos han comprado sus derechos para hacer un remake, ¿por algo será?  No comment

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