lunes, 7 de abril de 2008

¿Podrías estar en el cielo hora y media…antes de que el demonio sepa que estas muerto!!

He de reconocer que me resistí a ver esta película, había leído críticas nefastas como criticas demasiado lisonjeras, y tenia miedo de que no cumpliera mis expectativas. Pero el maestro Sidney Lumet no me ha decepcionado, muy al contrario de lo que se podía esperar, con “Before the Devil´s know you´re dead” nos ha dado una magistral lección de cineasta curtido ya en mil batallas. Hace falta que os recuerde Tarde de Perros, Veredicto final o la impagable Serpico.
Decir que “Before…” trata de un robo es como decir que “12 hombres sin piedad” es un film sobre un juicio. El robo es una simple excusa para hacer una película sobre el patetismo humano, la falta de moralidad, la condición humana, lo miserable de nuestra existencia….etc. Una poderosa arma de virulenta critica a la vez que un drama emocional, una mezcla de clasicismo(el propio Lumet, la base de la historia) y modernidad (los recursos estilísticos y narrativos) Dos hermanos, Philip Seymour Hoffman y Ethan Hawke, aquejados por graves problemas económicos, deciden atracar la joyería que regentan sus padres. Pero algo sale mal y las cosas no suceden como los dos hermanos habían previsto.

Sin duda lo mejor del film es el estupendo trabajo de los actores. La presencia de Philip Seymour Hoffman lo dice todo, siempre inconmensurable en sus papeles, representando aquí el ejecutivo aparentemente frió y calculador; Ethan cumple como su apocado hermano, aunque a mi me resulto repelente y cargada en exceso su interpretación.

Pero sin duda quien se come la película en el terreno de la actuación es Albert Finney, quien de la más absoluta ignominia del principio acaba resultando una pieza fundamental en el engranaje del film y acaba poniéndole el broche de oro a la película en ese final alejándose de la cámara hacia el resplandor redentor. Grandioso, tremendo son los dos adjetivos que se me ocurren. En este filme quizás la menos agraciada sea Marisa Tomei, no por que lo haga mal si no por que su papel de mujer florero se remite solamente a eso, hacer de mera comparsa. Aunque eso si, nos regala un par de escenas tórridas que representan algo impensable tanto en ella como en el panorama actual. No deja de sorprenderme lo bella que la encuentro, lo irresistible cuando dice eso de “Really, Really, have to get back?” y el hecho de no poder apartar los ojos de sus hermosos pezones cual quinceañero calentorro. Ala! Viciosillos, deleitense con la foto que les pongo.
El complejo triangulo amoroso entre Philip Seymour Hofmman, Marisa Tomei y Ethan pierde fuelle a medida que avanza el metraje, solucionándolo de una manera un tanto rápida y facilona, una lastima por que es una parte importante del film. Más que una película de silencios nos encontramos con un film de pausas

Un guión retorcido, de la primeriza Kelly Masterson (aunque en algunas partes haya metido mano el maestro), que demuestra lo bajo que podemos caer cuando todo va mal. Esta espiral de destrucción esta a la altura de un drama shakesperiano contemporáneo, aunque a alguno le parezca exagerada tal afirmacion.
Sidney Lumet demuestra sin tapujos su origen televisivo, encuadres muy particulares, movimientos de cámara, incluso con un montaje estupendo que rompe los convencionalismos del género, saltando de un lado a otro de la acción (aunque ese tipo de “hacia detrás, hacia delante” ya lo hallamos visto antes)

Más sabe el diablo por viejo que por diablo, verdad Sidney?



1 comentarios:

joaninha dijo...

Pues nada, una peli mas a añadir en la lista de las que todavía no he visto.