domingo, 4 de enero de 2009

¿Hay vida el uno de enero?

Yo no se ustedes, pero para mi es el día más triste del año. No hay nadie por la calle, la ciudad duerme hasta bien entrada la tarde presa de los excesos de la noche anterior; todo esta cerrado, comprar un simple paquete de cigarrillos se convierte en una odisea cuasi homérica. Al contrario que el año anterior y gracias a la crisis galopante que padecemos, en Nochevieja decidí  felicitar solo a personajes cuya existencia me es grata y a los cuales no tengo muchas  ocasiones de saludar gracias a la  lejanía
Volví a recordar a mi querido héroe Murdock (¿se acuerdan de lo que escribí  acerca de el hace un año exactamente?) actualmente también inscrito en el club parados S.A. Sigue siendo mi héroe particular, le sigo de cerca la pista y, pese a estar pasando por uno de los momentos mas delicados, se que el nuevo año le proveerá de riquezas e ilusiones, sobretodo estas ultimas, tan necesarias para que siga sonriendo como antaño. Desde aquí mi mas sincero “Head up, Murdock”, solo el comprenderá lo acertado de tan estúpida frase.
También tuve ocasión de charlar con todo un maestro de la hostelería y de las relaciones públicas, Javier Peque. Un hombre, mas bien un amigo, que no solo me enseño grandes cosas, si no que también aporto frescura y desparpajo a mi existencia. De su mano surgió uno de los mejores locales de ocio que existió en Gijón, el Yinyiridu, toda una epopeya que se convirtió (gracias a nuestros denodados esfuerzos) en el local de moda de Gijón en tan solo tres meses. Un mito que, tras su desaparición, ha sido copiado en múltiples ocasiones (por supuesto sin el mismo éxito) Desde aquella época, Peque y su mujer Sonia residen plácidamente en Fuerteventura (un beso para los dos)
 Inmerso en una hipoteca brutal y presa del feroz desempleo, ahora Peque dedica su tiempo al diseño grafico freelance. De modo que si alguno de ustedes necesita sus servicios no dude en pedirme su correo electrónico. Desde aquí mi pequeño homenaje a otro de mis héroes particulares, el mas grande entre los pequeños.
Incluso como por arte de magia (negra, por supuesto) reapareció mi particular Reina de corazones. Pero de eso no voy a hablarles. Egoístamente me lo guardo para mi y, quizás, algún día le dedique un post cargado de malicia e ironía.
Todo ello dejo un poso de infelicidad que aun mantengo hasta hoy. Es difícil echar la vista a tras y ver los resquicios de una generación convertidos en carne de cañón por culpa de la especulación capitalista. ¿Dónde están los sueños rotos? Sinceramente me siento triste, quizás por eso tardo tanto en incluir nuevos post en este blog. El 2008 ha sido desastroso en muchos aspectos, así pues espero que el 2009 nos de alguna satisfacción. Que los dioses se apiaden de nosotros.


Nota: las fotos que acompañan esta entrada, fueron hechas en el amanecer del día 1, algo bueno tenia que tener tan nefasto día, ¿no?

4 comentarios:

joaninha dijo...

¿malicia e ironía?, dos de mis palabras preferidas.

pfsé, yo procuro ver el año nuevo como un día mas en el calendario, pero si se siente uno mas en domingo que un domingo cualquiera.

en cualquier caso, pasará lo que tenga que pasar, así que cojamos los nuevos acontecimientos con una pizca de cinismo y alegría, ea.

besitos muchos

Anónimo dijo...

¿dónde están los sueños rotos? cómo me gustó ese punto de nostálgica y cruda realidad...aún así y mirando de reojo desde la utópica eterna juventud, no pierdas la referencia, drems keep us alive!

un abrazo peter, de parte de otro pan!

Anónimo dijo...

Que recuerdos...me encantaba el Yinyirudu...lo poquito que duró, pero hay algo...hay algo que me empieza a roer la cabeza, uno lee los blogs y demás historias cibernéticas de coetáneos, amigos, conocidos y desconocidos y siempre llevan ese tufillo de amargura a lo Karina, cualquier tiempo pasado fue mejor y mi baúl de recuerdos es tan bueno que antes tal y cual…Parece ser que la puta generación X, o lo que es lo mismo, cada cual de un padre y una madre diferente, tiene porfin algo en común, quejarse de la puta vida y de la enorme pérdida de potencial malgastado, no tenemos sitio en ningún sitio, o al menos en el lugar que esperábamos encontrarlo…¿ Acaso lo hemos empezado a buscar?....¿no estamos simplemente esperando encontrarlo sin hacer nada?, curioso, con 15 años ya sabíamos que la vida no regala nada y sin embargo aún seguimos esperando lo poco o nada que nos tenga a bien dar. Desidia o Ataraxia, eso sí, para los míos, siempre al borde del mar…de cualquier playa

P.d. me encanta el blog Sol “T” jeje…no lo dejes, se siguen tus recomendaciones

Anónimo dijo...

Que recuerdos...me encantaba el Yinyirudu...lo poquito que duró, pero hay algo...hay algo que me empieza a roer la cabeza, uno lee los blogs y demás historias cibernéticas de coetáneos, amigos, conocidos y desconocidos y siempre llevan ese tufillo de amargura a lo Karina, cualquier tiempo pasado fue mejor y mi baúl de recuerdos es tan bueno que antes tal y cual…Parece ser que la puta generación X, o lo que es lo mismo, cada cual de un padre y una madre diferente, tiene porfin algo en común, quejarse de la puta vida y de la enorme pérdida de potencial malgastado, no tenemos sitio en ningún sitio, o al menos en el lugar que esperábamos encontrarlo…¿ Acaso lo hemos empezado a buscar?....¿no estamos simplemente esperando encontrarlo sin hacer nada?, curioso, con 15 años ya sabíamos que la vida no regala nada y sin embargo aún seguimos esperando lo poco o nada que nos tenga a bien dar. Desidia o Ataraxia, eso sí, para los míos, siempre al borde del mar…de cualquier playa

P.d. me encanta el blog Sol “T” jeje…no lo dejes, se siguen tus recomendaciones