miércoles, 13 de febrero de 2008

No es pais para cojos


Que se puede decir de la película de los Cohen que no se haya dicho ya.
Tenemos a Javier Bardem hasta en la sopa, cargado de innumerables galardones, seria una autentica desgracia nacional si no le concedieran el Oscar. Nominacion erronea puesto que Javier es el verdadero protagonista de la cinta, el personaje entorno al cual gira toda la trama y no un secundario de lujo. Su interpretación da verdadero miedo y le consagra como uno de los grandes actores del momento; la expresividad de sus ojos y el tono vocal que le da al personaje, no cayendo en el tipico error de estos casos: la exageración o el histrionismo (vease como ejemplo la película siguiente).
Pese a estar basada en una novela de Cormac McCarthy (el escritor de moda en USA con una nueva adaptacion cinematografica en ciernes: The road) toda la película es una maquinaria perfectamente engrasada a ritmo de Jim Thompson (celebre escritor de novela negra) y aires fronterizos, pero el final se desmorona como un juego de naipes. Algo muy comun en las películas de los hermanos Cohen es que, a mi gusto, algunos son precipitados o solventados con una rapidez que desemascara la posible trascendentalidad de todo el film. Y aquí no se quedan cortos. Mis acompañantes se quejaron amargamente del final pero como eran feminas rapidamente cambiaron de tema y se centraron en lo bueno (perdon, queria decir “en lo bien”) que estaba Bardem. Pero efectivamente hay algo que falla, aunque a mi me queda la sensación de que ese momento de Tommy Lee Jones es el final perfecto para la historia de Antón Chigurh(¿uno de los mejores psicopatas del cine?esta por ver pero va camino de ello)



There will be blood , un “Habra sangre” convertido (por obra y gracia de los traductores) en “Pozos de ambicion” es una película de silencios, lejos de la fluida verborrea de los anteriores trabajos de su director (Magnolia, Boggie Nights) pero arrastrando la carga de Punch Drunk Love, esa inclasificable película a la que sel e puede llamar de todo menos bonita.
Es en suma una película lenta que hay que aprender a saborear. Trasmite sensaciones con ese uso de los silencios al contrario que Jaime Rosales y esa petardada que es “La soledad”. Pozos de ambicion esta basada en la novela ‘Oil!’ (¡petróleo!), de Upton Sinclair y su origen literario lastra un poco el ritmo de la apasionante historia de un hombre ambicioso a la busqueda de petroleo, su hijo y el fanatismo religioso de la epoca.

Al igual que con la película de los Cohen, en "Pozos de ambicion" el peso de la funcion recae sobre Daniel Day Lewis, a quien sacar de su encierro es un logro y si encima es en un papel como este mucho mas. Este genio de la interpretación hace un repaso a todo su repertorio de tics faciales, acento, tonos de voz y movimientos perfectamente estudiados. Todo ello en contraposición a un Paul Dano (Little Miss Sunshine) en un papel que le queda grande y que pierde credibilidad por su exageración e histrionismo, aunque con destellos de genialidad que le auguran una brillante carrera. Lastima de ese sencundario de lujo, Ciarán Hinds, aquí injustamente desaprovechado . Corona el film, una de las mas brillantes bandas sonoras de este año, resultando incomprensible que no se haya nominado a Jonny Greenwood por este trabajo.


El problema, en ambas, es que se quedan cojas, terminas de verlas con la sensación de que les falta ese algo para llegar a ser consideradas como peliculones. Y ambas comparten esa minusvalia precisamente en la parte final, donde gran parte del argumento se desdibuja, perdiendo el encanto de todos los matices minuciosamente mostrados hasta el momento.
Siempre aconsejo que vean las películas en V.O., pero estas dos especialmente, para asi apreciar verdaderamente los matices de la interpretación de estos dos mounstros de la escena actual. Una delicia oigan!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido contigo amigo Sun-t en el tema final de los Cohen. Bardem se sale como puto psicópata (como para no invitarlo a unas cañas), que forma de matar con su bombona de gas, ya se le veían las trazas en "jamón, jamón". Y eso sí, destacar el papel del Sr.Brolin que nada tiene que ver con lo que nos tenía acostumbrado hace años (vean los comentarios que se le hicieron en su momento en este blog). Al final el circo de Holliwood dirá, yo pienso que se merecía estar nominado al mejor actor, pero bueno algo es algo. En cuanto vea "Pozos de Ambición" seguiré contando.Un abrazo.

Anónimo dijo...

A mi ninguna de las dos me han llegado a gustar aunque reconzco de Pozos me gustó mucha más que País.

Para mi No es país para viejos es una película que no acaba de arrancar en ningún momento y Pozos se salva por la gran interpretación Lewis.

Las han sido una gran decepción.

Saludos.