jueves, 13 de marzo de 2008

Me ahogo (o yo también quiero participar en una peli pseudo-indie)

Si me permiten hacer un análisis muy simple, el cine actual se puede dividir en tres categorías: comercial, indie y pseudo-indie. No creo que haga falta explicar en que consisten las dos primeras. La tercera (de mi propia invención) engloba todas aquellas producciones que tras la fachada de film de culto, actores amiguetes que rebajan su cache y director cuasi-desconocido, encierra la apuesta arriesgada de un gran estudio por captar nuevos espectadores. Buena prueba de ello es “The air I breathe” (el aire que respiro) la segunda película de Jieho Lee, un artificio envuelto en un bello papel de regalo.
Como hacer un film pseudo-indie: empiecen por poner unos títulos de crédito medianamente originales acompañados de una canción de un grupo que no haya superado la barrera del mainstream. Algo muy cool.
Comienzas el film despistando al personal e introduciendo una voz en off (acaso nadie puede hacer una buena opera prima sin meter una dichosa voz en off?) y recurres al manido planteamiento de historias paralelas con nexo en común. Aun sigue siendo un misterio para mí ese empeño de Lee en poner rimbombantes nombres a cada capitulo del film: Felicidad, Placer, Sufrimiento y Amor. Te pasas de locuaz y te quedas corto en trascendentalidad chaval.

El trabajo de los actores oscila entre lo sublime y lo verdaderamente mediocre. Forest Whitaker hace una excelente interpretación aunque siempre te deja con la sensación de haberle visto en ese mismo papel otras veces; sin embargo es de lo mejorcito de la película pese a que su personaje esta totalmente desdibujado. Una composición que sin apenas tics faciales, tan solo con su voz y mucho sudor nervioso, crea una de las mejores interpretaciones de perdedor que hayamos visto nunca. Otra de las sorpresas es Brendan Fraser, quien parece actuar bien solo cuando le apetece, siendo esta (junto con la apenas conocida The Last time – recomendadísima- y la archiconocida “Dioses y mounstros”) una de sus mejores interpretaciones. La pulcritud de Forest contrasta con el desasosiego que produce Fraser a la hora de activar el film. Un, como siempre, correcto Kevin Bacon redondea lo positivo del film


Y luego esta la parte nefasta del film encabezada por Buffy, perdón quería decir Sarah Michelle Gellar intentando parecer una actriz seria, sobra decir que no lo consigue por lo cual le recomiendo que siga cazando vampiros. Por supuesto tenemos al actor de moda (juvenil) Emile Hirsch, ese niñato metido a actor que arruinaba “Hacia Rutas salvajes”, al que también podréis “apreciar” en Alpha Dog, Lords of Dogtown y que trataba (pero no lo conseguía) de dar la replica a Sigourney Weaver en Héroes Imaginarios. Miedo me da el saber que es el héroe de la nueva película de los hermanos Wachoski.



Aunque la peor parte se la lleva un Andy Garcia que parece que nadie le saca del rol de gangster (o será que no le dan otro tipo de papeles?), totalmente histérico que no histriónico, lo cual resta credibilidad al personaje y acaba por resultar cansino escuchar sus continuos gritos de rabia. También esta Julie Delpy pero parece que mas bien pasaba por allí y se dejo caer en la peli.
Quizás uno de los pocos aciertos sea la fotografía oscura, apagada y casi mística por que la dirección es básicamente plana sin ser excesivamente torpe aunque a veces tome prestados ingredientes del cine de Jim Jarmusch, pese a ser locuaz no evita que se produzca un desigual resultado en cada historia. Por supuesto todo ello aliñado con unos toques de comedia cruel. Habrá incluso a quien le guste y crea descubrir un nuevo director, pero a mi me desilusiono.


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