Para que vean que no solo les recomiendo películas que están por estrenarse, aquí les dejo dos sugerencias muy apetecibles y actualmente en cartelera, que mi amigo Fon tendrá a bien disfrutar y comentar.
El cineasta y guionista (actualmente se le ha visto en los piquetes del Sindicato de escritores, en USA) canadiense, Paul Haggis, no fue muy bien recibido con su primer film: Crash. Muchos confundieron las tramas paralelas del film con una copia descarada de Robert Altman y su obra maestra “Vidas cruzadas”, olvidando que dicho estilo narrativo se ha usado en innumerables ocasiones en el cine y la literatura, con furibundas criticas olvidaron ver en la película el nacimiento de un gran director. Quizás pueda tachársela de pretenciosa y de grandilocuente, lo cual minaba el posible efecto del argumento, pero tiene unos cuantos valores que merecen mis más rendidos elogios. Haggis ya había demostrado su maestría como guionista con Cartas desde Iwo Jima, Banderas de nuestros padres, Casino Royale y mas recientemente la que sera la proxima entrega del Sr. Bond: Quantum of solace. Así mismo, se había curtido en series de televisión como Treintaytantos y La ley de L.A.; aunque para ser malvado y cotilla les diré que tuvo dudoso honor el de hacerse cargo de algunos episodios de Walter Texas Ranger (¿que tendrá Chus Norris?) y hay quien le acusa de pertenecer a al cienciologisa(¿que demonios tiene Tom?)
Con su segundo film, “En el valle de Elah”, Haggis se transforma de futura promesa a director de categoría. Plantea su mensaje desde donde mas duele, desde el interior de la sociedad norteamericana media, esa tan henchida de valores y patriotismo, soberbiamente interpretada por Tommy Lee Jones, que acaba sucumbiendo cuando la verdad se hace patente. Magistral final con leccion incluida, aunque la anécdota de la bandera sea un tanto previsible, no le resta un apice de fuerza al mensaje, si no que lo refuerza; en USA dio bastante que hablar, puesto que salía en un cartel promocional, que fue tachado de antipatriótico.
Todos los personajes están dibujados minuciosamente hasta la saciedad, ejemplificada en el comportamiento militar de Hank; están perfectamente retratados y definidos, tanto por el guión como por la magnifica interpretación de su elenco de actores. Hank (Tommy Lee Jones, de Oscar!!), veterano policía militar, debe investigar la desaparición de su hijo Mike, soldado destinado en Irak que se ausenta sin permiso de su base. En su camino aparece una detective de policía, Charlize Theron, cada día mas empeñada en demostrar sus dotes dramáticas más que enseñar su cuerpo, puesto que se empeña en papeles de “fea”. Aquí lo consigue sin tener que sucumbir ante el poderio de Tommy, junto con “Monster” uno de sus mejores papeles. Un secundario, que últimamente aparece hasta en la sopa, Josh Brolin, dándose un aspecto a Nick Nolte; y un personaje (a priori descartable por su importancia en la trama) como el de Susan Sarandon, que es el vehiculo perfecto para demostrar que sigue siendo una de las mejores actrices; su escena del tanatorio y su química-en-la-distancia con Tommy Lee Jones hacen que me quite el sombrero. Un guión de cine negro que culmina en cine denuncia, con soltura y sin ser pasto de lo forzado u obvio.
Para mi, sin duda, esta es una de mis favoritas este año (y eso que estamos en Enero), aunque siempre habrá quien piense que esta película esta sobrevalorada. Pero es que me temo que salvo "Old country for old men" y la nueva de P.T.Anderson, "Pozos de ambicion", el resto es perfectamente descartable (salvo sorpresas de ultima hora, que siempre hay)
La otra opcion no es tan seria, pero culmina, tambien, con un disparo certero. Richard Shepard escribe y dirige “La sombra del cazador” basada libremente en el artículo de la revista Esquire ‘Lo que hice en mis vacaciones de verano’, de Scott Anderson. Este chico, Shepard, ya me había impresionado con “Matador” una comedia negra que, no fue muy bien entendida en su momento y, solo unos pocos, supimos apreciar, encontrándonos un nuevo referente en el desolador panorama del cine actual. Richard Shepard sabe manejar la cámara, sin grandes aspavientos, sin caer en el ritmo desmedido y voraz, se entretiene lo justo y necesario en contarnos una historia que, en el fondo, es lo de menos, para acabar convirtiendo su film en una mezcla de fabula de Esopo y denuncia social.
Richard Gere, cuya ultima película “El caso Wells” era todo un despropósito de principio a fin, no lo hace mal en “La Sombra del cazador”. Interpreta al reportero de televisión Simon Hunt y su cámara Duck recae en manos de Terrence Howard que en "Hustle & Flow" era un tanto desmedido mientras que aqui parece que va de bellezon de ebano (nunca he entendido el éxito de este ni de Jaime Foxx, dos actores penosos encumbrados quizas por ser un esterotipo de actor afroamericano). Simon y Duck han estado en las zonas más calientes del planeta cubriendo las noticias: desde Bosnia hasta Irak, desde Somalia hasta El Salvador; juntos han cubierto todo tipo de guerras y conflictos, consiguiendo incisivos reportajes y coleccionando premios. Pero un día en una población de Bosnia todo cambia. Simon se derrumba en directo, es despedido y olvidado; mientras Duck es ascendido dentro de la cadena. Años después y con motivo de un reportaje sobre la conmemoración del fin de la guerra se encuentran en Sarajevo y Simon convence a Duck y a Benjamín (un novato interpretado por Jesse Eisenberg, con cara de bobo todo el rato) para ir tras el criminal de Guerra mas buscado: El Zorro.
Muchos de los elementos de su guión, aunque se piensen que son ficticios, realmente son hechos que han ocurrido en la realidad como esa delirante comisaría y su encargado aficionado a los donuts. Con un guión inteligente y divertido, entre lo sobrio y lo cómico ,este film narra la caza del criminal más buscado en toda Bosnia, Radovan Karadzic (aunque en ningún momento de la trama se lo nombra por su verdadero nombre, no vaya a ser que les demande por difamacion), por parte de unos corresponsales de guerra. La película carece de una crudeza mas visceral y propia de este tipo de cine-denuncia; pero no por ello se queda corta a la hora de criticar a las autoridades internacionales, ya que trata de mostrar como personas comunes y corrientes pusieron más empeño en buscar a uno de los peores criminales de guerra, todo ello aderezado con un humor muy particular que culmina en el final de la película (retorcida venganza) y en las explicaciones finales, que a mas de uno dejaran boquiabierto. Ya solo el hecho de enterarte que Karadzic es, hoy en día, todo un héroe para su pueblo y que ha publicado libremente dos libros y una obra de teatro, indigna y sorprende. Richard Shepard le pone sarcasmo, ironia y muy mala leche.
Que razón tiene el film: En cuanto hay una botella de Brandy encima de la mesa, el diablo se queda en un rincón riéndose.