lunes, 24 de marzo de 2008

Conspiración para acabar con el buen cine

Pregunta de examen, ¿Que película es esta?: Un exsoldado, al que le falta un miembro, llega a un pueblo fronterizo preguntando por un excompañero de armas. La gente del pueblo se comporta de forma muy extraña, y las preguntas que el protagonista realiza a propósito de su amigo no reciben respuesta. Es evidente que ocultan algo, lo que despierta la curiosidad del protagonista, dispuesto a desvelar el terrible secreto que esconde el pueblo. Si son auténticos cinéfilos seguro que piensan en “Conspiración en Silencio” del maestro John Sturges, aquella excelente cinta llena de suspense, odio y violencia interpretada por Spencer Tracy, Robert Ryan, Anne Francis, Walter Brennan, Ernest Borgnine y Lee Marvin.

En cierto modo tendrían razón, pero las malas artes de algún desvergonzado productor la convierten en la sinopsis de un despropósito llamado “Conspiracy”, una película que mezcla sin escrúpulos la idea central de “Conspiración en silencio” con un subproducto de acción digno del mismísimo Chuck Norris o Jean Claude Van Damme; o sea que nos encontramos ante un Rambo de pacotilla.
La historia es mas o menos la misma, Val Kilmer (en el que es sin duda el peor papel de su vida, lo que hace la decadencia!!) es MacPherson (ni siquiera un ápice de originalidad ya que Spencer Tracy en el original se llamaba MacReedy), un exmarine al que le falta una pierna y que se verá envuelto en la búsqueda de un viejo amigo que ha desaparecido sin dejar el más mínimo rastro. Por su parte, Jennifer Esposito (sencillamente horrible y exagerada, tampoco es que sea una joya de la interpretación) será una madre soltera desesperada por sacar adelante a su hija de ocho años, tras haber vivido un matrimonio lleno de calamidades y que se enamora del héroe. Quizás el que sale mejor parado sea el televisivo Gary Cole, que remata su actuación con una de las peores, y más estupidas, muertes que he visto en el cine.
Si para culminar semejante insulto al cine le incluyes una pseudo critica (floja y sin venir a cuento) a la guerra de Iraq, ya consigues que me exaspere; pero si encima le sumamos una escena directamente copiada del primer Rambo (First Blood) esta cinta se convierte en un cúmulo de despropósitos que mas que provocar tensión produce vergüenza ajena e incluso diarrea mental.


Adam Marcus es el director (por llamarlo de alguna manera) de este engendro del cual no solo se atreve a firmar este guión sin un ápice de originalidad, si no que además hace un pequeño cameo en el film. Su currículo deja tanto que desear como su arte a la hora de colocar la cámara, tan solo ha dirigido una estupida comedia sobre adolescentes (Let it snow) y una infumable secuela del Viernes 13 llamada Jason goes to hell. Efectivamente ahí es donde debería ir el señor Marcus por pertrechar semejantes films, al infierno!!
Actores nefastos (a Val Kilmer alguien debería decirle que poner mirada de cordero degollado no es actuar), trama inconsistente y una mala dirección, carente de ideas. Para hacer este tipo de películas es mejor no destrozar un gran clásico. Se nota que no me ha gustado, verdad? Acaso hace falta que les diga que pueden prescindir de su visionado, salvo que no tengan ni el mínimo gusto cinéfilo, claro esta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto si es una critica, coño!
Y no las de Bollero.
La verdad, me parece que ya no la voy a ver. Gracias adelantadas.
Voy a leerlo otra vez.Je, je
Saludos

Anónimo dijo...

Hay que tener güevos para hacer un remake del peliculón original. ¡Hollywood ye así!, luego hay crisis en el sector...